Para quien ha mirado al cielo en la quietud y encontró en una luz distante el consuelo que no pedía, pero que necesitaba. Para quien guarda silencios como tesoros y reconoce en ciertas miradas un destino escrito entre astros. Que estos versos recuerden que a veces, la compañía más profunda es la que ilumina sin tocar.
Para ti, mi Pantera Negra.
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